22 de Abril de 2025
Como cada año por estas fechas, con motivo de Sant Jordi, desde nuestro rincón submarino queremos proponerte una lectura especial, vinculada con lo que más nos apasiona: el mundo del buceo. Y este año, más que una simple recomendación, te invitamos a hacer un verdadero viaje en el túnel del tiempo, con un libro que, aunque poco conocido, merece un lugar privilegiado en cualquier estantería de amantes del mar.
Viajar en el túnel del tiempo
El argumento del viaje en el tiempo es algo recurrente en muchas series y películas. Pero los buceadores sabemos que no hace falta ciencia ficción para experimentarlo: basta con sumergirse y adentrarse en un pecio. Cada uno de ellos guarda su historia, a menudo trágica, y bajo el agua parecen congelados en el tiempo. Sus estructuras —ya sea apenas perceptibles o imponentes y casi fantasmagóricas— nos recuerdan que allí hubo vida, drama y memoria.
Cubiertos ahora de corales blandos y duros de mil colores, rodeados de bancos de peces, tortugas, anémonas y vida marina en constante movimiento, estos restos de naufragios se han transformado en auténticos espacios de vida.
Hoy en día, hablar de inmersiones en pecios en la costa catalana es hablar de lugares como la Dragonera de Tarragona, el Reggio en l’Estartit, el Marmolero frente al Montgrí, o el ya mítico Boreas en Palamós. Pero hubo un tiempo en que muchos más nombres escondían historias bajo el mar…
Una joya literaria sumergida: Solo el mar lo sabe
Para este Sant Jordi 2025, y sin intención de convertirme en crítico literario, te propongo acompañarme en un viaje distinto: un viaje a través del libro “Solo el mar lo sabe”, escrito por Rafael Espinós. Publicado por primera vez en diciembre de 1991 —dos meses después del fallecimiento del autor—, este libro es una pequeña joya que muy pocos conocen y aún menos han leído.
Espinós, con rigor periodístico y enorme sensibilidad, recorrió toda la costa catalana recogiendo testimonios sobre los naufragios ocurridos en nuestras aguas. Se entrevistó con pescadores, marinos, buceadores y cualquiera que pudiera ayudarle a reconstruir las historias perdidas en el fondo del mar. Algunas las narra con tal detalle y emoción, que parece haber estado allí cuando ocurrieron.
Gracias a su trabajo, descubrimos pecios como El Triunfante, el Saint Prosper, el Manuel, el Ciudad de Barcelona, entre muchos otros. Un verdadero mapa de la riqueza arqueológica e histórica que se esconde bajo nuestras aguas.
Personalmente, me apasiona el capítulo dedicado al Saint Prosper. Quizás porque he tenido la oportunidad de visitarlo en tres ocasiones y siempre me ha impresionado. Tanto como lo hizo con los miembros del CRIS, quienes revelaron su localización… Pero no haré spoilers. Prefiero que lo descubráis por vosotros mismos.
Eso sí, como ocurre con muchas joyas, encontrar este libro no es tarea fácil. Pero si lo haces, te aseguro que vale la pena. Sus 188 páginas se leen casi sin respirar, como una buena inmersión.
Disfrútalo. Nos vemos en el azul. ¡¡¡Feliz Sant Jordi!!!
Gabriel MartinezMetódico, riguroso y un buen negociador son algunas de las cualidades que definen a Gabriel Martínez. Tras completar sus estudios en ciencias empresariales se embarcó en una exitosa carrera como director de un departamento financiero en una multinacional. Fuera del ámbito laboral, Gabriel encuentra pasión y serenidad en sus actividades favoritas: el buceo y la práctica del karate.
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